Fuimos haciendo selección por tandas. En la primera tanda elegíamos las tres imágenes que más nos llamaran la atención en modo miniatura, este primer paso es también el primer contacto con el conjunto de imágenes, curiosamente si la fotografía sin ampliarla nos llama la atención es mucho más probable que pinchemos sobre esta para verla ampliada:
En la segunda ronda, debíamos volver a seleccionar imágenes pero esta vez ampliándolas. Curiosamente, las imágenes ampliadas no producen el mismo impacto que en miniatura.
En la tercera ronda, debíamos elegir tres imágenes que nosotros colocaríamos en nuestra habitación. En esta selección, los gustos ya comienzan a variar.
En la cuarta estrategia de selección teníamos que imaginar que cinco imágenes pudieran ser acordes en un reportaje de una revista de turismo:
En la quinta selección, nos acercamos realmente al tipo de selección que podrían llegar a pasar nuestras imágenes en un momento dado, debíamos elegir tres fotografías para ser ampliadas con motivo de una exposición. En este instante, si que es cierto, que la selección requería de otros factores. La fotografía ampliada no debería perder demasiada calidad, y muchas veces la simplicidad de la misma nos iría a dar mayores resultados. Elegí para esta ronda las que serían para mí las tres mejores de toda la batería de imágenes.
Resultó una práctica bastante de provecho pues se enfoca la selección de imágenes de diferentes modos a como estamos acostumbrados a hacerlo. Las estrategias y rondas que hicimos nos son de bastante ayuda en futuras selecciones, pues te planteas otros requisitos que la imagen ha de tener desde el inicio.
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